4/5/08

Patos y Gansos en Curacaví


Estábamos con mi hermano tratando de ponernos de acuerdo sobre qué hacer el sábado y decidimos salir "de paseo" a almorzar. Después de varios minutos mirándonos las caras y sin poder decidir para dónde partir, decidimos ir a Curacaví y alrededores... ¡tanto que hablan de la chicha de Curacaví y de la onda "costumbrista"!
Curacaví es un pueblo de mierda. Eso es lo primero que nos quedó claro. Lleno de shoperías y funerarias... ni huasos habían. Hasta ahí no más nos llegó la onda costumbrista y, luego de media hora recorriendo el pueblo buscando algun lugar que no sirva completos le preguntamos a un "lugareño" si sabía de algún lugar que nos pudiera recomendar para almorzar. Su primera opción fue apuntar a la casa de al frente y decir: "No sita, si ahí al frente le sirven almuerzo".... ya.... Igual me anduve curando un poco con el tufo a chicha, pero una vez recuperada logré sacarle el dato: que siguiéramos por el camino lateral a la carretera y que ahí nos íbamos a encontrar con lugares para comer.
Después de manejar un rato llegamos a la "Hostería Antumapu". La primera sorpresa fue que al bajarnos del auto nos encontramos con alrededor de 20 gansos y un par de patos recibiéndonos (para el que no sabe o nunca ha estado en el campo: los gansos muerden... FUERTE). En todo caso éstos gansos estaban medio domesticados, porque aparte de seguirte no hacían nada más... aunque igual se le vienen a uno a la mente ciertas imágenes hitchcockianas cuando tienes una treintena de pajarracos siguiéndote.
Bueno... entramos a la hostería y lo primero que vimos fue el letrero de "no fumar"... maldición. Ya quedó descartado el cafecito después de almuerzo, pero en realidad después de tanto rato hueviando buscando un lugar donde comer, daba lo mismo.
El lugar... bonito. Con una atmósfera media sesentera que si hubiera sido hecha a propósito sería cool (si, es una línea de "El Día Después de Mañana). Bien iluminado, amplio. La presentación de las mesas eso si, era media rasca: mantel (menos mal) con individuales de plástico (La Quelita se vuelve a morir ahí mismo si la hacen sentarse en una mesa así)... pero se le perdona porque al fin y al cabo es una hostería en la mitad de la nada, con una clientela que no me cabe la menor duda ha ido a ese lugar hace siglos (eso lo deduzco por la edad promedio de los "comensales).
De aperitivo, pisco sour, obvio. Un poco cargado al limón y medio cabezón, pero con un buen nivel de azúcar... pasó como agua. Para acompañar, en vez del típico pancito o la sopaipilla, una tortilla recién hecha, calentita. Simplemente exquisita, con mantequilla y un pebre bien picantito.
De plato de fondo, escalopa suiza con puré. El puré, exquisito, con papas de verdad, firme, perfecto, aunque la porción era bien poco "elegante".
La escalopa... LA CAGÓ. Lejos la escalopa más rica que he comido en mi vida, bien cocida por fuera, pero jugosa por dentro. El queso de excelente calidad (se nota en como se derritió) igual que el jamón.
Mi hermano también comió escalopa, pero a lo pobre. Misma calidad, pero demasiadas papas fritas.
Excelente atención, precios pagables. Pisco sour, plato de fondo y cervezas para dos personas por menos de 17 lucas.
Lo bueno: la comida, que finalmente es lo principal, rica y contundente. La tortilla en el aperitivo definitivamente un acierto. El menú si bien no muy variado tiene cosas interesantes como el plato de lengua y pollo arvejado.
Lo malo: sin sector para fumadores, presentación de las mesas.
Definitivamente vale la pena darse una vuelta, como humorada.

2 comentarios:

Payayita dijo...

Wn la Hostería Antumapu es NOTABLE!
YO he ido un par de veces y me gusta esa cosa setentera sin querer que tiene.... como que me siento chica de nuevo :$
Hace nos días iba de noche camino a Viña con mi vieja y una tía y como estábamos muertas de hambre era lo único que había a la segura (para mi, porque ellas no lo cachaban). Sólo les dije que mi "picá" era buena.

Las viejas quedaron locas con las tortillas de aperitivo y la lengua se le hicieron rechupete. Yo mi clásico filetitz con papas fritas... me gusta que sea abundante. Le quita elegancia, pero ¡qué diablos! pa eso hay otros lugares ;)

El lugar es grande, pero no cacho si tiene como patio gigante pa shacotear en caso de que uno quiera ir como pa pasar el domingo en la tarde.

Buen artículo!

Endora dijo...

Primer aporte... YEYYYY!
En todo caso el comentario de la abundancia de papas fritas no iban por el lado de la elegancia, sino que mi hermano, que es un puerquits de marca mayor, las encontró como musho, considerando que habia pedido una escalopa a lo pobre. En todo caso, igual nos comimos nuestros respectivos acompañamientos y llegamos a dormir siesta a la casa.